16.2.10

Berlín

Apenas leyó la palabra BERLÍN y el aire comenzó a faltarle. Quiso distraerse contando el número de personas que había frente a él, diez. Leyó todos los letreros en las paredes, los folletos recargados sobre los estantes… pero nada podía salvarlo.
Justo debajo de la rejilla del aire frío, con el número de papel en su mano, todas las palabras significaban lo mismo:
Ahogado en deberes, vacío en posibilidades.
K.

No hay comentarios:

Publicar un comentario