30.4.11

Buen viaje

La vio alejarse con tristeza.
Era un día de comienzos de abril, pero el otoño empezaba ya a anunciarse con signos premonitorios, como esos nostálgicos ecos de trompa —pensaba— que se oyen en el tema todavía fuerte de una sinfonía, pero que (con cierta indecisa, suave pero creciente insistencia) ya nos están advirtiendo que aquel tema está llegando a su fin y aquellos ecos de remotas trompas se harán cada vez más cercanos, hasta convertirse en el tema dominante. Alguna hoja seca, el cielo ya como preparándose para los largos días nublados de mayo y de junio, anunciaban que la estación más hermosa de Buenos Aires se acercaba en silencio. Como si después de la pesada estridencia del verano, el cielo y los árboles empezaran a asumir ese aire de recogimiento de las cosas que se preparan para un extenso letargo.


Fragmento de "Sobre héroes y tumbas". Ernesto Sábato




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Hace 10 años

Lo único que puedo pensar es que yo no he vuelto a Álamos. Nunca desde ese viaje. Por eso Álamos para mi sigue siendo ese hotelito frente a la casa de María Félix, al que le acabamos todos los vinos y sus reservas, al cabo que podíamos apuntar. Ese restaurant extranjero en el que comimos una tarde, escondido en el camino de la carretera, con sus manteles blancos. Los 10 discos que cargaba la caja del estéreo de tu carro. Las obvias caminatas por el empedrado y la promesa de volver.

27.4.11

Cuando el cuerpo te traiciona


Cuando lo que menos necesitas es estar tirada en una cama, cuando de verdad estás dispuesta a salir temprano de la casa y pasar por el mercado, y mirar alrededor regocijándote en el día tan soleado, cuando te has cansado de revolcarte en tus laberintos mentales y quieres probar ser la persona más entusiasta de este universo, tu cuerpo inventa una gripa. Pero una que nunca te había dado, una que ha durado ya más de 3 semanas, una gripa eterna con tos de perro al final. Ni la miel con limón, ni los antibióticos, ni el caldo de pollo, ni la visita de mi mamá y mis hermanas. Nada funciona y la tos no me deja dormir.
Buscando remedios leo varias versiones interesantes sobre “la tos” y sus causas: reflejo defensivo, recurso que tiene nuestro aparato respiratorio para arrojar de él sustancias que podrían perjudicarle. La tos es como el “perro guardián” de los pulmones, protegiéndolos contra intrusos peligrosos o enemigos internos.


Puesto que la tos es un síntoma y no una enfermedad, la terapia más adecuada será la terapia en contra del trastorno subyacente. 
Decir adiós.

14.4.11

Entre huecos

Todas las evidencias de la soledad no resultan ser más que esos espacios abiertos y generosos para recomenzar la vida, para voltear la esquina, para volverse a tomar.