1.6.10

La novedad

La última vez que pensé en lo único seguro que tenemos en esta vida, la certeza de que yo tenía que morir algún día, estaba sola, viajaba por América del Sur, todos los días eran distintos y podía quedarme donde yo quería si lo decidía en ese instante. Recuerdo que me llegó la línea a mi cabeza en la isla del sol, a orillas del Titicaca: tú también vas a morir, tú, que ahora estás más viva que nunca, vas a estar dando tu último respiro un día. Recuerdo que sonreí y admiré lo que tenía al lado, y seguí pa´lante.

Serán las noticias de muerte que han llegado estos días como oleadas grandes, será que algunos amigos han dejado de fumar, será que están repitiendo las series que veía en la preparatoria y no puedo reconocerme en aquella espectadora, será que lo del 2000 ya se menciona como "retro", será que mi hija Alicia crece aceleradamente. Será, pero me llegó. Estaba observando sus ojos cafe oscuro justo un minuto antes de dormir. La línea, esta vez, fue así: algún día llegará el momento en que tengas que despedirte de ella, algún día vas a morir, y lo mas probable es que en los últimos minutos de tu vida sabrás, con certeza, que estás muriendo, y entonces tendrás que dejarla ir, dejarlo ir, todo, dejarlo.

Senti pánico. De que un instante tan hermoso pudiera doler tanto en otro diferente. Descubrí que desde que te tengo, le tengo miedo a la muerte.

K.

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